Impotent, de Trevor Brown |
La niña de la vecina es muy terca. Y malvada. Pero parece que sólo yo me doy cuenta. Será por esa fuerza bruta que gasta conmigo y que no sé de dónde saca. O por esa mirada asesina tan suya cuando me estrangula la respiración al cruzarnos en el rellano.
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