domingo, 20 de febrero de 2011

A veces, las cosas pasan


Hace días que se sienta a mi lado.
Hace días que ella no le acompaña.
Hoy, en la antesala del concierto, confiesa que todo se acabó, que ella ya no volverá.
Lo ha soltado a bocajarro, para acabar cuanto antes.
Su tono irónico me hace creer en una broma, en un entretenimiento; mas su amigo mira al suelo, confirma.
Y pierdo la sonrisa.
Busco sus ojos, su boca, su rostro…


Quiero creer que no soy la causa de su separación, que las cosas entre ellos ya no marchaban hace tiempo. Pero…

… lo siento próximo.
… me sonríe sin miedo.
… se sincera abiertamente conmigo.
… me busca.



Hoy tocaba Schumann, conciertos número 2 y número 4.
El director de orquesta estaba más Harold Lloyd que nunca.
Y yo no sabía cómo sujetar las mariposas, mucho más tarde, cuando al recoger su casco en guardarropía se despidió con la sonrisa más hermosa de la temporada.

8 comentarios:

Yo, desordenado dijo...

Ni Harol Lloyd, ni dos conciertos de Schumann, juntos,
podrían detener la sonrisa,
de una bandada de mariposas.

De unos ojos, una boca,
de la sonrisa de un rostro,
a bocajarro.

Aunque sea de temporada.

Cosas que pasan...

Verdial dijo...

Que hermosa sensación... fuera su pasado, algo renace en ti.

Besos

María Goretti dijo...

Bellisimo!!!

Paseando he encontrado tu blog, y me da mucha alegria haber terminado en el!!
Felicidades por lo que plasmas con tus letras.

Te invito a pasearte por mi blog algun dia, asi me conoces un poquito

Manel dijo...

El final de esa historia quedaría certificada por el Réquiem de Robert Schumann.
Las miradas revoloteaban siguiendo la overtura número 2 “mariposas”, como preludio sin miedo a esa noticia inesperada.
Él, la sonríe; Ella, en el intermedio de esa sonrisa, interpreta la sincera situación.
Antes del adiós, sus miradas volvieron a enfrentarse en ese final de aplausos.
Mesurados, comedidos; sus gestos se confundieron con los mismos ademanes de comedia del director de orquesta.
Una sensación que quiso compartir con la persona ausente que paseaba en su pensamiento, como la noche de ayer.

Igor dijo...

Tara, desconcía de tu lado hermosura. Mira que no me gusta la clásica y esas cosas, pero me estoy planteando asistir a algún concierto.
Una cosa me ha encantado: tanto en tan poco, abriendo la mente de quien lo lee, dejando divagar, incluso ser en un mundo imaginario.
Mucho en poco.
Salduos

Madison dijo...

Me encanta como describes la situación Tara.
Qué bien se está cuando notas esas mariposas...
ainss

Madison dijo...

Creí que te tenía añadida en mi blog desde hace tiempo, pero me he dado cuenta de que no es así, lo hago ahora mismo ¿vale?
Adeu

Tesa Medina dijo...

Una secuencia que atrapa, con pocas palabras y muchas texturas, música, sonrisas, cruce de miradas y mariposas que se contienen para no salir revoloteando por el auditorio.

Muy bello,