martes, 3 de junio de 2008

Retazos de amor, por Stanley Donen (II)

Aunque no lo parezca, Cary Grant y Suzy Parker están ligando. En Bésalas por mí (Kiss them for me, 1957) él le tira la caña y ella se deja hacer, cediendo terreno a medida que pasan las horas.



Winy: Crewson…
Crewson: ¿Qué?
Winy: Te quiero mucho.
Crewson: La única forma en que se debe querer a una persona, de otro modo no merece la pena. Yo también te quiero.

Al final, la bella joven gana la partida al consumado galán. Y el guión lo confirma antes de acabar la peli:

Crewson a Winy: “Ya no las necesito. Guárdamelas”
[Él le devuelve el par de medias que Winy le había tirado a la cara, minutos antes, en una pelea de enamorados. Y ella, toda compungida, sólo acierta a recogerlas y a ver como su amado parte.]
Mientras, un compañero de Crewson, le aclara a la triste muchacha: “Es la manera más bonita de decirle a una chica que se la quiere. ¡Palabra!”

Sólo en una cinta de Stanley Donen un par de medias pueden ser la prenda de amor más ansiada y estimada.


Y hablando de todo un poco: ¿quién es Suzy Parker? ¿alguien había oído hablar de ella? Para mí era una auténtica desconocida. Pero ahora sé que fue una supermodelo en los años 50; que trabajando en París, conoció a Coco Chanel y se convirtió en el rostro de la marca; y que gracias a la influencia del fotógrafo Richard Avedon, entró en el cine.

Tomó la alternativa en un número musical de Funny face (1957), y luego le siguieron: Kiss them for me (1957) con Cary Grant, Ten north Frederick (1958) con Gary Cooper, The best of every thing (1959) con Joan Crawford, A circle of deception (1961), The Interns, y Chamber of horrors.
Sus señas de identidad: melena rojiza, ojos verdes, largas piernas y gracia leonina.

Nació en 1932 como Cecilia Ann Renee Parker y murió en el 2003.



[Número musical “Think pink” en la película Una cara con ángel (Funny face, 1957)]

4 comentarios:

ALOMA69 dijo...

Ligar se ha ligado toda la vida, claro, lo que pasa es que el estilo ha variado totalmente, antes se llevaba la seducción, la delicadeza, la caballerosidad , ahora se va directamente al grano, entre una cosa y la otra me quedaría con un término medio, aunque ya se sabe, lo difícil es hallar ese término medio.

Saludos!!!

Tara dijo...

Estoy contigo que lo ideal es el término medio, pero también es importante saber en todo momento qué buscan las partes cuando ligan.
En la peli, aún estando en 1957, Cary tiene claro que quiere un revolcón... pero la chica quiere (y busca) otra cosa bien distinta.
Y ésto es aplicable a nuestros días. De todas formas, lo de ligar se ha puesto muy complicado, sobre todo si eres la parte que espera algo más que un simple revolcón.

Un saludo!

karmeta dijo...

Hablando de revolcones,yo pienso que todods los revolcones no son iguales, ni llevan al mismo sitio, ni conllevan las mismas consecuencias. He elaborado una pequeña tipología del revolcón, aunque podrían incluirse infinitas modalidades más.
-El revolcón que lleva a una relación más o menos estable: empieza por un revolcón, la cosa se anima, se va quedando, otro revolcón, se van conociendo, se gustan, y al final la cosa deviene en una relación estable con futuro.
-El revolcón aquí te pillo aquí te mato: sobre todo se da en épocas de urgencia o sequera sexual. Sin mayores consecuencias.
-El revolcón si te he visto no me acuerdo: Hay interés por las dos partes pero no se produce feeling sexual en el primer revolcón, o bien a alguna de las partes (o a las dos)no les interesa una relación estable.Sin consecuencias.
-El revolcón quién es este tío que hay en mi cama: suele producirse tras una noche de juerga etílica (o de otras sustancias sospechosas)). Una, cuando se levanta por la mañana, no sabe quién es el tipo que hay en su cama, ni cómo ha llegado hasta allí, ni recuerda qué narices ha pasado. Las consecuencias pueden ser más serias por el riesgo que conlleva este tipo de revolcón desmemoriado.

Tara dijo...

Estoy de acuerdo con tu clasificación Karmeta pero, en el último de los casos, el "revolcón etílico" sería óptimo si el que te encuentras en la cama es una reencarnación vivita y coleando de un Cary Grant en toda regla.
En ese caso, padecer una cirrosis sería una bendición.
Chao.