miércoles, 15 de septiembre de 2010

de Cupidos


No podía hacer otra cosa.
Engatusarlo y llevarlo a mi terreno.
Y una vez aquí, pedirle explicaciones.


Primero el encantador de serpientes y a continuación el aspirante a Jare Chrisna.
Luego el profesor de historia retirado, los hermanos del amigo Karamazov, y el empleado de banca.
Más tarde, y por este orden, el camarero del Yabadaba, el camarero del selfservice, el camarero de la terraza de verano y el camarero bombero.
Ahora el limpia cristales del edificio, el psicoanalista adicto a sí mismo, y el marido de Neus, ¡los tres a la vez!.

Sólo quería hablar con él, hacerle razonar, y convencerle para practicar el tiro al blanco.
Mas no sirvió de nada.
Corto de vista, tuvo suerte de no morir en el impacto o de clavarse uno de sus dardos.
Que el amor es ciego, y no hay más… aunque me empeñe en llevarle la contraria.

5 comentarios:

German Buch dijo...

Lo cierto es que no se como llegó hasta mí. Lo cierto es que se como llegó hasta ahí.
El calor era sofocante, el aire acondicionado, a medida y fuerza de no alterar mi dermis, hacía bailar el visillo juguetón en su ventana. Adormecida, en ese espacio en blanco, entre cortina y cristal de la venta, un caprichoso gato persa movía sus patas y cuerpo cual ventilador de aspas.
Atrás, en mi sueño quizás, quedaba el sonsonete marleyano o, ¿era simplemente otro juego de los crismas?
Sus movimientos, enganchado a la pared de enfrente, parecía seguir el ritmo musical, como si un jugador, castigado, como idiota en sus noches blancas, endemoniado, escribiera furiosamente su crimen y castigo.
Las aspas de ese ventilador en trébol, acercaron a su cabeza en movimiento, el paisaje que no quería ver y que tanto la inquietaba, no por mal peor, sino por hastío y cansancio de su repetición: que si camareros con el mismo traje y diferentes caras, las mismas caras que representaba Neus, desganada de su marido, haragán de amor.
Empeñada en llevar la contraria al sueño, el sueño del amor que representaba su sueño en la tarde, adormecida, se reincorporó de acomodada camilla, desnuda, tan sólo su sexo permanecía vestido por ese triángulo recortado de su vello en negro, acercándose cautamente a la ventana para no asustar al blanco gato huyendo hacía Persa. Corta de vista, no murió en ese instante al descubrir que el miau, no era más que un sueño y sí era su deseo. Ahí estaba él, frente a ella, al otro lado de la ventana, enfilado sobre el alféizar de la ventana, su amor, su Kámadeba con su arco y caña de azúcar.
Abrió la ventana, dejó entrar el aire natural y acompañando al soplo de aire, abrió su vestido recortado en negro esperando que su caña de azúcar la atravesara dulcemente, ansiosamente, apasionadamente; ardiente.

Tara dijo...

aaaah!!! German, si todo fuera tan fácil!!!!
si sólo bastara con abrir la ventana y dejarse ensartar por una caña de azúcar, deseada y querida...

cupido se ha dedicado a lanzar flechas de amor a diestro y siniestro, suponiendo que yo me dejaría convencer por cansancio; pero le ha salido rana, qué le voy a hacer!!


a lo mejor todo depende de ángulo de visión y nada más.
por cierto, me dejas hacerte compañía en esa small city de la foto de Hopper de tu perfil?
por lo del ángulo digo...

Unknown dijo...

Germán, precioso lo que has escrito.

Me siento flaquear ante tu deseo, mi cuerpo baila a tu ritmo impuesto.
Anodina presencia.

Brega incansable por direccionar el dulce venablo de cupido, quizá sin tener claro hacia dónde ni hacia quién.
Ansiada lujuria.

No va en mi el conformarme, no va en mi que no me ame, no me sentaré a esperar vuestra muestras de amor.
Tediosa entrega.

Tara, me ha encantado el spot "de Cupidos".
A..fortuna..da
¿cuántas podemos decir que tenemos que esquivar las flechas de cupido para no caer en sus redes?. Cuántas?.
Ante tanto disparo a discreción sería mejor que le escribieras una carta, como a los Reyes Magos, digoooo
para que él sepa lo que quieres?
Muchos besos y sigue así. Deleitándonos con tu blog.

இலை Bohemia இலை dijo...

una imagen muy explicita la del Cupido...

:)

Manel, pintado de negro dijo...

"cupido se ha dedicado a lanzar flechas de amor a diestro y siniestro, suponiendo que yo me dejaría convencer por cansancio; pero le ha salido rana, qué le voy a hacer!!"

Anda!! Ya sabía yo q tenía q salir la ranita por algún sitio!! Croack, croack... : ))

Besos