sábado, 6 de octubre de 2012

Lunera

Amor imposible, de Gisela Verdessi



Cada cuatro semanas me la encuentro, al volver de su casa. Y siempre le pido lo mismo: que me la cuide, que no deje que le pase nada malo, que no lo soportaría. Y le sonrío al entrar en el portal y perderla de vista. Pero me parece aturdida, le debe sonar raro que ya no le hable de él, quizá todavía no sepa que se marchó en febrero y que ya no hace falta que se preocupe.

4 comentarios:

German Buch dijo...

Cuando la vista no alcanza su sonrisa extraviada, le queda el eco de tus palabras, abrazadas a ella, transita por su vida la ausencia que ayer abrigó su amor.
Tras la desaparecida silueta traslucida, su lucidez se recluye en tu sonrisa, la que dejaste al perderla de vista y la diáfana ausencia.
Los ojos de la clara luna, velan sus noches en el callado llanto, sabiendo.

moonlight dijo...

cosas de la luna, lunera...

mariajesus dijo...

ella entiende mejor que nadie.
FDo. Una madre lunar

Unknown dijo...

Cada cuatro semanas,
las lágrimas de la luna llena,
derriten su sombra,
ante tu portal.

Me lo ha dicho la Luna,
subí a ella por tu escalera.
y vi una sonrisa hiperbárica,
adornada por un tulipán gigante.

Ella esta orgullosa de ti,
y él...
enamorado de los recuerdos que le dedicas.

Ella, lo sabe todo,
aunque finja no recordarlo.

A veces le he visto subir,
por tu escalera,
a la Luna.
Desde tu portal.