miércoles, 16 de julio de 2008

Las reinas también leen

Su graciosa majestad…

¿Qué tiene de graciosa la reina Isabel II? Supongo que por una carencia propia de imaginación, no me la veo contando chistes de leperos. Aunque sí le reconozco una gracia particular muy poco explotada por el departamento de marketing de la corona inglesa. ¡Y es que, encima, la señora queda tan poco simpática en las fotos!

Pero si unimos el personaje real con las vicisitudes rocambolescas de su primer consejero literario (homosexual para más datos) podemos encontrarnos ante problemas de protocolo que pueden amenazar la paz mundial.


Lectura altamente recomendable para los que quieran saber más sobre una reina que lee. Y claro ejemplo del irónico y mordaz carácter(-humor) británico.

“- Tenemos una biblioteca ambulante –le dijo aquella noche la reina a su marido-. Viene todos los miércoles.
- Estupendo. Los prodigios no cesan.”

….

“Temía las dos horas que duraría todo el proceso, aunque por suerte viajaban en la carroza, no en el carruaje abierto, y podía llevarse consigo el libro. Había adquirido la habilidad de leer y saludar con la mano al mismo tiempo, y el truco consistía en mantener el libro por debajo del nivel de la ventana y mantener la mirada en él y no en la muchedumbre. Al duque aquello no le gustaba un pelo, pero, Dios mío, no había más remedio.”

Alan Bennett. Una lectora nada común. Barcelona: Anagrama, 2008. 119 pág.

8 comentarios:

karmeta dijo...

Libro divertido, ameno, lleno de ironía (británica, a más señas).

El autor nos describe a una reina que descubre el infinito placer de la lectura, y eso provoca situaciones de lo más divertidas, aunque a ciertas personas de su entorno no les hace ninguna gracia esta situación (¿quizá no les interesa o no les conviene tener como reina a una persona leída y culta?)

Tara dijo...

Es que, tal y como recoge Stefan Bollmann en su libro "Las mujeres que leen son peligrosas", una fémina instruida da muchos quebraderos de cabeza, sobre todo a sus compañeros masculinos.
En parte es normal: ¿qué se espera de una reina? Pues que reine y que, por tanto, se dedique a hacer de símbolo-objeto en visitas diplomáticas, entregas de premios, conferencias miles, etc. Para la gente que trabaja en protocolo debe ser un coñazo que la reina se salga del guión establecido, no es "políticamente" correcto. Y la reina Isabel II, en la ficción de este libro, no es muy correcta; y no es tratada como una persona normal, porque sus súbditos tampoco la saben ver más allá de su papel institucional.
De todas formas, encuentro sugerente el sospechar que, cuando te saludan con la manita por la ventana de un coche oficial, estén realmente con el libro abierto sobre el regazo, a punto de saber si fue o no el mayordomo quien cometió los asesinatos.
Creo que un libro así no podría tener como protagonistas a ninguno de los miembros de la realeza española, sería impensable!!
Buena lectura.

ALOMA69 dijo...

Me gusta el humor inglés, apunto libro.

Antes me gustaban las monarquías, pero ahora me aburren soberanamente.

Saludos y gracias por la recomendación.

Tara dijo...

De nada, a disposar!!
Lo cierto es que le coges cariño a la Isa porque, aunque sea la reina, los subalternos hacen y deshacen a su libre albedrío y la mujer no se entera de nada.
Pero sólo es un libro...

Pipero dijo...

Una buena técnica de lectura, sin duda. Aparte de leer, ¿qué otras actividades se pueden hacer mientras se saluda desde la carroza real (sin por ello perder ni la compostura ni la sonrisa "de foto real")?
Saludos (Salva)

karmeta dijo...

Pipero, bienvenido al blog de Tara, un paraíso lleno de sorpresas agradables (aviso, crea adicción).

Tara dijo...

En un carruaje cerrado se pueden hacer muchas cosas, sobre todo si quien te acompaña (el rey o la reina, depende del caso) es un poco enrollado. En la película "El prisionero de Zenda" (1952) Steward Granger y Deborah Kerr saludaban a la ventana contraria de la que ocupaban, para romper un poco el hielo de su relación. Gesto inocente, como el de leer, pero es que hay que tener cuidado con los mirones y reprimirse un poco de hacer alguna travesura más subida de tono.

Bienvenido Pipero!!!

Pipero dijo...

La verdad es que sí, karmeta, tiene buena pinta. Y encima, referencias cinéfilas!! JEJE... Tendré que repasar alguna peli "monárquica" a coger ideas. Las de Lubitsch, van bien?
Celebro haber llegado aquí. Se agradecen toques frescos en la blogosfera.