Ahora forman parte de mis entretelas y el pasado miércoles 2 de julio pude disfrutarlos en concierto.
Rock and roll en estado puro, con un cantante (Kelly Jones) que no perdió en ningún momento su estampa d’enfant terrible: las gafas de espejo desaparecieron a la cuarta canción pero la chupa de cuero, una segunda piel indispensable, aguantó sin quejas el calor de la velada.
Mis canciones favoritas cerraron el concierto, la primera del disco You gotta go there to come back (2003) y la segunda del Language, sex, violence, other? (2005).
Maybe tomorrow fue interpretada en solitario, con Kelly acariciando su guitarra y arropado por los cánticos de los allí congregados. Dakota echó el cierre, con todo el mundo saltando; y, como anteayer, hace lo mismo con este post.
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